viernes, 18 de septiembre de 2009

Una obra en construcción


Los docentes nos desgajamos en distintas acciones para intentar estar a tono con las necesidades pedagógicas de nuestro tiempo y nuestro contexto escolar.

Una de ésas acciones es la de asistir a “encuentros”, “cursos”, “talleres”. Informaciones que van apareciendo sobre la mesita donde diariamente nos espera el “libro de firmas”, algún mate y el “buenos días” de los compañeros que van llegando a la escuela.

Cursos sobre “legislación, lengua,”; invitaciones para asistir a encuentros en legislatura, en museos, caminatas, muestras. Mirar, leer, agendar… Alguien que pregunta: “¿De qué es?”, “¿tiene puntaje?”, “¿Para cuándo?”, “¿es gratis?”… Otros que comentan: “ ¡Uy… es para un sábado!” “ No sé.. voy a ver…” …”es que llego a mi casa y quedo atrapada …” “si hay que pagar no puedo …"

En realidad no abundan o aparecen todos juntos y no demasiado apetecibles. En fin: “Es lo que hay” se escucha como un “neologismo” de esta nueva era.

Y andando un poco, nos decidimos por uno que nos llamó la atención y tiene que ver con nuestras inclinaciones y deseos y se da la posibilidad de día, de horario y ..AHÍ ESTÁ, a ÉSE vamos y de “A MUCHAS”.

Aquí estamos, a pesar de todo: del cansancio, los bajos sueldos, el tiempo que le quitamos a la familia, acompañadas de otras caras, otros cuerpos, ávidos de algo que ayude a mejorar la práctica. “Sentirán los mismo que yo…?” ,“Ojalá sea lindo”, “¡Uy, allá vinieron mis compañeras, espero que alguien haya traído mate!”..

Entonces, todos atentos, lapicera en mano, cuadernito para apuntes, ¡LARGAMOS!.

Estrategias. Estrategias. Lectura. Escritura. Nos persiguen como una sombra éstos conceptos. “¿Habremos avanzado en éstos tiempos?, ¿estaremos estancados o vamos retrocediendo? ¿Qué? ¡¿Qué?!...”

“Mirar nuestra propia práctica" esgrime como recomendando, la profesora.

Todos acordamos que la “Lectura es un proceso cognitivo complejo, personal y continuo”. Bien. Se hace necesario un Vademécum de lectura. “Me suena interesante, ¿Qué es esto?”: Requerimientos de la lectura: Una didáctica, unos contenidos específicos, un Modelo Didáctico. Punto medular este, ya que nos para, nos ubica en algún “lado”. En un lado con un determinado “Marco teórico” que nos obliga a fundamentar: “¿Qué es leer?” y nos pide una mirada hacia adentro para ver “nuestro andamiaje”.

Hago lista entonces: A ver… “Vigotsky: Zona de desarrollo potencial (ZDP); Piaget: desequilibrio de las estructuras; Ausubel: aprendizaje significativo. Bueno, bueno, creo que lo tengo!!”

Un respiro de alivio: las contestaciones se encuadran en lo que “sabemos todos, ¿no?”

El recorrido sigue y hablamos de secuenciar la tarea, de utilizar diversas técnicas para poner en juego las distintas actividades del pensamiento, de tomar como “contenido” la lectura en voz alta. Y de“oralizar el texto” .

Vuelta de tuerca para el desarrollo teórico: “Mirar nuestra propia práctica” repite la profesora, ya como acentuando una verdad que nos sobrevuela y que tal vez no nos animamos a compartir.

Seguimos: “¿Qué lugar ocupa la lectura en nuestra escuela?” interroga suave pero firme, como si nada pero aguda, la profesora. “Una hora semanal”, “lo tenemos incorporado al PEI: 15 minutos por día”, silencios… “Un lector se construye” agrega sagaz.

Las conclusiones después de compartir diversos trabajos grupales y rondas de mate, ya casi viene con diagnóstico conocido, aunque no sé si “reconocido”: “no olvidemos los propósitos de Frecuentación y exploración de los textos”; “tengamos en cuenta leer en cualquier lugar”; “leer textos que circulen socialmente”; “leer entre docentes”; “leer entre chicos”. Leer. Leerles, leernos. Seguro… “a leer se aprende leyendo… ¿no?...”

Terminó la hora. Anoté todo.

Camino rápido para llegar a casa y seguir con mis tareas. Mientras los pasos se dispersan hacia distintas direcciones, atravieso una hilera de conductores impacientes esperando leer: “¡verde! Volá!”. Un cartel malherido con letras rojas dice: “Peligro – Obra en construcción”.

Eso. Me voy masticando esa frase: “Obra en construcción”. El aprendizaje de la lectura y la escritura es un poco eso, una obra que siempre está en construcción. Pero tengo miedo de no detectar a tiempo cuáles son los peligros. ¿Y ustedes?

1 comentarios:

Anónimo dijo...

Muy bueno esta el blog, la verdad que las autoridades educativas deberian preocuparse por mejorar la calidad de los alumnos,necesitan un buen lugar para dsarrollarse como individuos y poder mejorar su calidad de vida pensando en su futuro, como profesionales y como miembros de la sociedad, "Educa a los niños y no será necesario castigar a los hombres" es una frase de Pitagoras y es un fiel reflejo de nuestra sociedad, espero porder acercarme pronto a la escuela.Un gran saludo y denle para adelante. Octavio Alracón(Nieto de Gregorio "Goyo" Almeida, fundador del establecimiento)